Aparte de haber estado desaparecido de este espacio, entre los ires y venires de este maravilloso año me tocó una semana de poca inspiración, producto de una sobrecarga de repertorio nuevo que por un malentendido me puse a estudiar con demasiado apuro...
Hoy la inspiración volvió literalmente con orquesta y cantantes, fui a ver Kátia Kabanová en el Colón, obra que no conocía, y salí lleno de emociones, hermosa música, humanidad, con hermosas voces en las orejas.
Y por si fuera poco a la salida gocé de una genial charla con mis amigos Juan y Lídice y la también mezzo Alejandra Malvino, considerada una de las mejores maestras de canto aquí en este momento, y hermosa persona. Juan y Alejandra disfrutaron de la mejor época del Instituto del Colón, y me tocó profundamente escuchar sus recuerdos y sobretodo la mirada que sus maestros les transmitieron de esta profesión, quedé con mucho para reflexionar. Obviamente la conversación pasó por muchos otros temas.
Como broche de oro, mientras caminaba hacia el subte tuve un momento de comprensión sobre un aria que estoy estudiando y no me fluía... otro pasito adelante.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario